(Diario La República) Luego de ocho meses de investigaciones, agentes de la División de Homicidios descubrieron que tras el aparente asalto que le costó la vida al chef internacional César Augusto Torres Pizzali, de 21 años, se escondía una conspiración urdida por un empresario que, según las autoridades, contrató a un sicario para asesinarlo."Las diligencias finalizadas hoy (ayer) demuestran que el móvil del crimen fue pasional", reveló un oficial de la Dirincri.
AFRENTA IMPERDONABLE
La triste historia de este delito se inició en junio del 2006, cuando César Augusto humilló al empresario Jaime Paul Bernaola Martell, de 24 años, delante de su conviviente Beatriz Elena Guzmán Landeo, una joven de 19 años, ex enamorada de la víctima.
Jaime Paul, dueño de varios negocios en Chanchamayo y sobrino de las famosas hermanas Bernaola (conejitas de Playboy), jamás perdonó aquella afrenta.
Desde entonces empezó a hostigar y amenazar de muerte al chef, a quien consideró un peligroso rival de amores.
DELINCUENTE A SUELDO
De acuerdo a las investigaciones, el empresario llegó a viajar a Satipo, donde contactó con Wilmer Meza Flores, a quien contrató –previas conexiones telefónicas– para que eliminara a César Augusto.
El crimen fue consumado la tarde del 29 de junio del año pasado en la cuadra 13 de la Av. Corregidores, La Molina,.
El joven había salido de una reunión social y abordó el taxi que conducía Wilmer Meza, sin imaginar que su muerte era cuestión de minutos.
César Augusto murió alcanzado por dos tiros que le disparó a quemarropa el sicario de 21 años. Luego fue arrojado a la pista, a tres cuadras de su casa.
El asesino fue capturado en la Av. El Sol, mientras que el autor intelectual cayó en Chanchamayo, donde administra sus negocios.
EL DATO
GASTRONOMÍA. César Augusto es recordado en el Instituto Los Andes como uno de los mejores chefs. Participó en el 55 Festival de Gastronomía en setiembre del 2006.
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